lunes, octubre 13, 2014

Las vocecitas de mi cabeza pronuncian tu nombre con voz graciosa




Cuando las niñas sabíamos valorar


Te extraño por eso en lo que pensaba al sonreír. 
Te extraño porque supiste ocupar un lugar con demasiada importancia en mi vida. 
Te extraño porque aprendiste a ganarte mi confianza, 
sabes mis secretos; no en su totalidad, pero sabes destruirme. 
Sé que te extraño porque siento un huequito en mi 
y porque al pensarte siento un nudito en la garganta que me llena de nostalgia. 
Sé que te extraño porque me hace falta tu sonrisa y el sonido de tu risa. 
No eres mi pañuelo de lágrimas, 
pero tu tenías ese algo que me hacia sentir mejor. 
A veces te espero, como si fueses a llegar de la nada a verme. 
Luego recuerdo que tu vida depende de otras cosas. 
A veces me pregunto si estarás pensando en mi, 
pero otras recuerdo que aprendiste a detestarme y a no querer estar junto a mi. 
Me siento culpable y lamento haberte hecho sentir lo que sentiste el día de la discusión. 
Jamás había explotado emocionalmente contigo de esa manera, 
y al hacerlo lo único que me pasaba por la mente 
era la tonta idea de que si no podías soportar eso, 
no podrías soportar más y por lo tanto no podías seguir. 
Luego recordé que eras fuerte y puedes conmigo y con más. 
Pero supongo fue muy tarde. 
Si olvidé pedirte una disculpa, aquí la tienes. 
Lamento tanto, no sólo eso, todo. 
Hay personas que simplemente están destinadas a estar juntas. 
O quizá sólo acostumbradas. 
Yo no creo en el destino pero creo en la felicidad; 
y contigo llegué a ser muy feliz. 
No sé que pase después, pero no puedo guardarme esto aquí. 
Extraño de ti, 
de tus manos, 
de tus abrazos 
y tus besos. 
Extraño tus palabras y tu risa, tu risa, tu risa, 
no la saco de mi mente y a cada segundo logras torturarme un poco más. 
Extraño tu presencia y tus ganas de quererme. 
Extraño leerte y escucharte. 
Extraño tanto de ti, y no es que te dependa, 
es que en verdad te extraño. 
No sé si sean razones suficientes, 
incluso no sé si sean razones, 
pero es algo. 
Algo de importancia para mi; 
quizá no tanto para ti, 
pero aquí lo tienes. 
Tuyo, 
tuya, 
Siempre, 
de la manera que deba ser. 
Aquí me tienes, 
así, 
pensando sucesivamente en ti.




No leerás esto porque ya no existes



Eres una persona con una importancia muy grande en mi vida. 
Tan importante que nunca tendría una relación contigo. 

Eres esa persona que siempre puedo acudir cuando el alma se desborda de mis ojos. 
Cuando intercambiamos palabras, o compartimos silencios, soy muy feliz. 

Me encanta permanecer tiempo contigo. 
Te quiero más de lo que debo, te amo. 

Si algo te llegara a pasar, sinceramente no sabría que hacer. 
Eres esa persona tan parecida a mi, esa persona de la cual nunca me quiero separar. 
Nunca te vayas de mi vida.

 No sé qué eres en mi vida; 
no eres mi amigo porque para mi eres más que atractivo, 
no eres como mi hermano porque te quiero de una manera muy distinta, 
no eres mi novio porque nunca te quiero perder. 
Simplemente eres tú.


Tu respiración se sosega al dormir


Me gusta más mirarte
cuándo te haces el dormido.

¿Recuerdas la sensación
de mis dedos dentro tu cabello?
Tú me dijiste que te hacia sentir dormido.
Yo lo noté al hacerlo sucesivo.

¿Recuerdas el cielo del que te hablé 
la noche Agosto, la noche de Viernes,
cuando paseábamos por la nada 
sin tomarlos de la mano?
Se logra atisbar desde este sitio,
las persianas están haciendo un favor,
al reflejarlo entre lineas verticales
sobre tu espalda.

Me gusta mirarte
cuándo te haces el dormido.

En mi mente era posible escuchar
a través de tu voz mi canción favorita cantar.
  
Con mi dedo índice
dibujaba corazones sobre tu espalda
mientras estabas acostado
a lado mío: haciéndote el dormido.

Yo te miraba; 
me gusta mirarte,
cuándo te haces el dormido.






Tu ropa interior a rayas rojo y azul


Hoy juego ruleta rusa por morderte la boca, 
por hacer sangrar tus labios 
y robarte el aliento en cierto beso sobre una muerte instantánea ,
de la que disfrutas sin sentido. 

Y te arranco la ropa, 
te llevo al sofá 
y te pido que me abraces...

Y logro sentirnos tan cerca, 
que nuestras mentes comienzan un juego bastante sucio.






Susurros en voz no tan bajita


Tengo un secreto que quiero decirte: Cada vez que cierro los ojos, puedo verte sonreír frente a mi. Escapé con mi imaginación y estoy cegada por tu luz, que llena la habitación.

Tengo un secreto que quiero decirte: Cada vez que cierro los ojos, puedo sentirte cerca de mi. Visiones exquisitas llenan mi mente, ¿Te acuerdas de mi? Abrazándote fuerte.

Tengo un secreto que quiero decirte: Cada vez que cierro los ojos, puedo verte caminar junto a mi. Tomándote fotos al despertar. Tú estabas huyendo de mis ojos.

Tengo un secreto que quiero decirte: Cada vez que cierro los ojos, logro extrañarte junto a mi.